ORACIÓN DE LA MAÑANA
Señor, hoy martes quiero contarte que he fingido muchas veces ser feliz, lo he sido realmente muchas veces, pero muchas otras he fingido una satisfacción personal inexistente. Muchas veces las personas se proponen mostrarle al mundo una perfección inalcanzable, solo para hacerse ver exitoso aunque el éxito no se trate precisamente de tenerlo todo; va mucho más allá de los títulos, del dinero o de las cosas; la vida no puede basarse solo en eso, hay cosas más importantes que sí son merecedoras de un sentimiento de satisfacción como el trabajo duro, ayudar a una persona a ser feliz o, simplemente, amar a alguien con todo lo que se tiene; a veces el éxito consta de salir de una situación difícil o todos los sentimientos que son fruto de un gran esfuerzo. No permitas, Señor, que vuelva a fingir sin sentido alguno, por el contrario, permíteme sentir orgullo ante esas cosas que sí son dignas de él, esas que sí valen la pena agradecer. Amén.
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